La harina de garbanzo es un ingrediente nutritivo y versátil, obtenido al moler garbanzos secos. Es rica en proteínas, fibra y minerales, lo que la convierte en una excelente opción para quienes buscan alternativas sin gluten.
Se utiliza en una variedad de recetas, como:
Socca o Farinata:
una especie de crepe o torta originaria de la región de Niza, en Francia, o Italia.
Falafel:
croquetas fritas hechas de garbanzos, que suelen servirse en pita o como parte de ensaladas.
Panqueques o crepes:
perfectos para un desayuno nutritivo o un aperitivo.
Salsas y rebozados:
se puede usar para espesar o como base para empanizar.
Además, su sabor suave la hace fácil de combinar con otros ingredientes. Si quieres probar alguna receta en particular o necesitas consejos sobre cómo usarla, ¡dímelo!
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